jueves, 25 de abril de 2013

LEYENDAS URBANAS



El mundo esta plagado de cuentos y leyendas, y no me refiero a leyendas protagonizadas por seres fantásticos como dragones o guerreros invencibles; tampoco me refiero a cuentos que narran historias de amor entre príncipes y princesas; sino a aquellos relatos que surgen de gente cotidiana, y que después de oírlos nos queda esa pequeña duda de: ¿y si es verdad? Por que esa es la función de estas leyendas, plantearnos interrogantes y llenar un poquito de misterio e incertidumbre nuestra vida diaria. Es cierto que pueden contener elementos mágicos pero no están tan alejados de la realidad como lobos que hablan o alfombras voladoras, sino que se hallan en el umbral de lo ficticio y lo real. Me refiero a las leyendas urbanas. Hace tiempo escribí otra entrada sobre la coca-cola que también toca este tema. Pero hoy nos vamos a centrar en ellas en general. Y seguro que después de leerlas muchos desearemos saber si son verdad.

Polybius: El polybius es un videojuego. Pero no es un videojuego cualquiera, la primera vez que fue visto fue en el año 1981, en una sala de juegos, en Portland. Fue toda una revolución en aquella época, sus gráficos, sus colores vivos y sus abundantes efectos luminosos crearon una gran adicción atrayendo a cientos de personas que hacían horas de filas para poder jugar. La gente empezó a decir que mientras jugaban en la pantallas había mensajes subliminales que decían mátate, no imagines, no pienses, no cuestiones a la autoridad, ríndete, confórmate… Empezaron a cogerle miedo al videojuego, pero decían que su adicción a él era más fuerte que su odio al mismo y por ello siguieron jugando. Después de los mensajes subliminales los jugadores empezaron a padecer mareos, tics nerviosos, vómitos, alucinaciones auditivas y ópticas y terrores nocturnos. El juego se retiró del local cuando un hombre falleció por un ataque epiléptico mientras jugaba. Para rematar la leyenda se dice que unos hombres de negro se llevaron el videojuego de allí y que este era parte de un experimento del gobierno estadounidense.

Monstruos en las alcantarillas: En las alcantarillas de la ciudad de Nueva York, se esconden todo tipo de seres extraños, y no es una leyenda sin fundamento sino que tiene su lógica. A la mayoría de niños pequeños les encantan los animalitos y más cuando estos son recién nacidos, así pues, para satisfacer la curiosidad de sus hijos había gente que compraba cocodrilos, caimanes, iguanas, serpientes… que cuando son bebes son muy monos, pero con el tiempo, al igual que el niño, iban creciendo y ese encanto que les caracterizaba  desaparecía. Pues llegada a esta situación ¿Que hacen los padres con un cocodrilo en casa? La respuesta es clara. Librarse de él. ¿Como? La solución más sencilla e inmediata es tirarlo por el retrete cuando aun no ha crecido mucho, si era demasiado grande solo les quedaba llamar a alguien especialista para que se lo llevara, en este segundo caso no hay problema. Pero los que eran tirados por el inodoro y sobrevivían, llegaban a las cloacas de la ciudad, allí seguían creciendo y alimentándose de todo tipo de porquería que encontraban, y acostumbrándose a la oscuridad (la mayoría se quedaban ciegos), creando así a los “monstruos del subterráneo”.  Sobre esto se han hecho muchas películas, de monstruos de las alcantarillas que atacaban a gente, las tortugas ninjas sin ir más lejos, vivían en las alcantarillas de Nueva York, sacad vuestras propias conclusiones.
 
FUENTES:  



lunes, 15 de abril de 2013

FOTOS A COLOR


Mirad las fotografías que hay a continuación y pensad en que año se pueden haber hecho:




 Estas fotos que podrían perfectamente haber sido hechas ayer con una cámara digital, fueron realizadas en 1909 por el ruso Serguéi Prokudin-Gorski. El dedicó 15 años de su vida a plasmar en el papel, con ayuda de su cámara, las costumbres, la cultura y la historia del Imperio ruso. Recibió gran ayuda por parte del  Zar Nicolas II, (al que fotografió varias veces), este le proporcionó permisos para entrar en zonas de acceso restringido y para que contara con el apoyo de la burocracia del imperio. Serguéi Prokudin-Gorski  tenía su propio procedimiento que consistía en hacer tres fotos, en blanco y negro, la primera con un filtro rojo, la segunda con uno verde y la última con uno azul; después se proyectaban juntas en una pantalla creando una única fotografía a color. Este método nunca se comercializó, y cuando murió  las fotografías pasaron a manos de sus hijos. Estos las vendieron en 1948, a La Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos y en 2001 utilizaron dichas fotografías para una exposición que tenía como nombre: “El Imperio que fue Rusia”.

En esta foto se puede ver como el hombre azul marino que está de pie a la derecha del hombre del hombre de traje blanco, no ha salido muy bien, seguramente se debe a algún problema al juntar las imágenes o a que se movería ligeramente en cada toma y luego al unir las tres fotografias no concidirian.


 FUENTE: