La miel en general es de
color amarillo, un poco más claro o un poco más oscuro, pero amarilla al fin y
al cabo. El color amarillo de la miel es un método para saber que no ha sido
adulterada, que es natural, y por lo tanto contiene solamente néctar transformado
por las abejas. Lo normal es que el apicultor vaya al panal y se encuentre una
miel del color que tiene que ser. Por esta razón cuando en Ribeauvillé, una
localidad francesa, los apicultores fueron al recoger la miel se llevaron una
sorpresa al encontrarse que era de colores: azul, verde, roja, morada…
Esto se debe a que había
sido una época de sequía, habían crecido pocas flores y por lo tanto las abejas
habían necesitado buscar el néctar en otros sitios. Cerca de la zona había una
fabrica de M&M’s, y las abejas volaron hasta allí a coger el azúcar que les
faltaba, volvieron con las patas manchadas del colorante y, por lo tanto, al
fabricar la miel está era de los mismos colores que los M&M’s, en general
las abejas prefieren el néctar del azúcar de caña, porque es más fácil
descomponer, pero en situaciones desesperadas medidas desesperadas, al no
encontrar este tipo de azúcar se conforman con cualquier otra fuente de
alimento que le proporcione lo que buscan. Tim Tucker, de la Federación de Apicultores
Estadounidenses, espera que en los próximos años llueva más y crezcan más
flores; porque sino ingerirán cualquier azúcar que encuentren, las papeleras
que están cerca de los parques son para ellas un paraíso, porque están repletas
de envoltorios de golosinas y restos de refrescos, confiemos en que no den con
ellas.
Esta miel al no ser natural
y al estar adulterada no la pueden vender, por lo tanto la han tenido que
desechar una gran parte de ella.
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