miércoles, 30 de enero de 2013

AMOR AL ARTE




Nuestro planeta ha estado plagado y lo sigue estando de mentes brillantes pertenecientes a pintores, escultores, científicos, arquitectos… que han dejado su huella en la historia con una acción, un descubrimiento, un invento o una obra de arte. Lamentablemente, hay muchos cuadros que se estropean, esculturas que se desgastan y edificaciones que se caen. Por ello el ser humano ha buscado maneras de conservar estas reliquias, descubriendo así diferentes maneras de evitar que el tiempo pase factura a estos objetos.
Pero de todas las formas de conservación la que se lleva el premio es la utilizada en la capilla sixtina, esta sala como ya sabréis contiene frescos de hace 500 años pintados por Miguel Angel. En la ultima década el número de visitantes se ha visto duplicado, llegando hoy en día a los 5 millones de turistas al año, esto hace que las pinturas se deterioren debido a la suciedad y a que la presencia de tanta gente altera la temperatura de la estancia. Para evitar esto se ha decido que cada persona que desee verlos debe pasar primero por una alfombra especial que limpia los zapatos, después por unos potentes aspiradores que retiraran todas las partículas de polvo presentes en al ropa y por último entrar en una sala donde se reduce la temperatura corporal y el nivel de humedad de cada persona. "Porque polvo, temperatura, humedad y anhídrido carbónico son los grandes enemigos de los frescos", explicó en una entrevista el director de los Museos Vaticanos. Después de todo este proceso ya se puede entrar en la capilla sixtina.

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1 comentario:

  1. Creo que pondré uno de esos en casa.
    (...)
    Ahora en serio.
    Al ser la única manera de preservar en condiciones intactas esas maravillas, me parece estupendo que se tomen tantas molestias.

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